EL MERCADO DE ABASTOS

 

Diseñado por el arquitecto benaventano Segundo Viloria, el Mercado de Abastos de Zamora se construyó en el año 1902 con un marcado estilo modernista propio de la época, lo que supuso un enorme avance para el comercio de la ciudad.

Este mercado es una construcción importante desde el punto de vista patrimonial. Obra del arquitecto Segundo Viloria, se diseñó este edificio de hierro y ladrillo a principios del siglo XX para mejorar la calidad de vida en la ciudad. A pesar de los continuos cambios que se han producido en la sociedad respecto a la venta y distribución de productos, el Mercado de Abastos de Zamora sigue conservando la función principal para la que fue creado hace más de 100 años: proveer de productos frescos a la ciudad.

En la actualidad, además de ser un lugar de referencia para aquellos que buscan productos locales y de calidad, también es un importante foco de atracción para turistas y visitantes, atraídos por la singularidad del espacio y la variedad y calidad de los productos que en él se pueden encontrar.

El Mercado de Abastos de Zamora, diseñado en forma rectangular por Segundo Viloria, es un edificio sencillo pensado para un máximo aprovechamiento. Con una planta rectangular y doble planta, la planta sótano está concebida para almacenaje y la planta superior para el comercio de productos frescos. Su altura permite una mayor entrada de luz y renovación del aire gracias a las cristaleras que coronan su bóveda.

Uno de los detalles más interesantes son sus marquesinas, donde se venden productos recién traídos de la huerta. Está situado en pleno centro de Zamora, en mitad de una plaza con muchas posibilidades.

En el interior, encontrará todo tipo de vendedores que ofrecen una amplia variedad de productos a precios asequibles: pilas relucientes de sardinas frescas, ruedas sobre ruedas de queso curado de oveja, cabezas de lechuga recogidas el día anterior, conejos y cerdos enteros en venta. Incluso si no está pensando en comprar, merece la pena una visita para charlar con los vendedores o simplemente para observar la fruta apilada hasta el techo o todas las diferentes variedades de aceitunas disponibles y contagiarse con esta parte de la cultura española.

Desde mediados del siglo XIX, es habitual en toda Europa la construcción de mercados que aglutinen la venta de productos. La idea es reunir todos los productos en una "gran superficie comercial" para facilitar la inspección fiscal e higiénica. El uso del hierro y el cristal para estos edificios es fundamental, ya que permite espacios diáfanos donde colocar los diferentes puestos y proporciona una gran iluminación.




El Mercado de Zamora se asienta sobre la antigua iglesia de San Salvador de la Vid y la Plaza del Carbón. En 1895 se suprime el culto en dicho templo debido a su mal estado. En 1898, el Ayuntamiento aprueba su demolición a cambio de una permuta. El Ayuntamiento se queda con el solar del derribo de San Salvador a cambio de la servidumbre que disfrutaba sobre la torre de la iglesia de San Juan de Puerta Nueva, en la Plaza Mayor. No hubo quejas de ningún sector, ya que el Mercado de Abastos era un proyecto que beneficiaba a todos.

Dado el mal estado de las arcas municipales, se acordó que la mejor solución era constituir una sociedad de vecinos por acciones de 100 pesetas para construir el mercado. Así, en 1902 se reunieron los accionistas del "Mercado de Abastos" para nombrar un administrador. El arquitecto elegido fue el benaventano Segundo Viloria, que presentó varias propuestas. El proyecto aprobado contemplaba una superficie de 1000 metros cuadrados, 80 puestos y un presupuesto de 160.000 pesetas. La idea inicial era un rectángulo de 50x20 con semisótano a modo de almacén y piso principal para puestos. Finalmente, por falta de espacio, se destinaron ambos pisos para puestos, añadiendo una marquesina exterior para productos de temporada.

El edificio, construido con piedra, ladrillo, hierro y una gran cristalera estriada para evitar la excesiva incidencia de los rayos solares, está rematado por el escudo de armas de la ciudad de Zamora y la leyenda que reza "Mercado de Abastos". Se inauguró el 11 de mayo de 1904, siendo bendecido por el Obispo y recibiendo la denominación de Mercado de El Salvador. El acto concluyó con un convite que ofrecía pasteles, licores y cigarrillos a los asistentes, además de un concierto de la Banda del Regimiento de Toledo.

En la actualidad, se ha aprobado recientemente un proyecto de remodelación y acondicionamiento de su espacio circundante, un espacio que destaca por la cantidad de casas burguesas y modernistas contemporáneas al propio mercado.