El origen de este club motociclista, formado por un gran
grupo de amigos aficionados a la moto, se remonta a 1976, año en que comenzamos
nuestra andadura creando la sección Turismo dentro del Moto Club Valladolid,
para al año siguiente, ya como Moto Club Turismo Valladolid, organizar la
primera Concentración Internacional, denominada HIPO 77 (Hipoconcentración) en
Simancas, de las pioneras en España, cuando este tipo de pruebas se contaban
con los dedos de la mano.
Al Moto Club Valladolid, le siguió el Moto Club Turismo
Valladolid, también conocido como “Piñoneros”, después Turismoto, para en 2016
formar el Moto Club La Leyenda Continúa y dar continuidad a la Concentración
Invernal.
Durante esta larga trayectoria de más de 42 años, y
sucesivos clubs, que ha ido actualizándose con la incorporación continuada de
nuevos socios, además de su afamada concentración internacional, ha organizado
infinidad de pruebas y actividades motociclistas de todo tipo: carreras en
cuesta (subidas de montaña), carreras de velocidad en circuito urbano, rallys
de regularidad, ginkanas, vueltas motociclistas a la provincia, rutas por
Castilla y León, además de concursos de fotografía y de relato corto con tema
motard, conferencias, exposiciones de moto clásica y antigua, de la moto en el
cine y editado un libro, además de haber participado en diferentes salones de
la moto, entre otras muchas actividades.
Siendo la concentración
nuestro principal evento, que no hemos dejado de organizar desde 1977, pasando
por las concentraciones de Simancas, Cabezón de Pisuerga y los Dominicos de
Arcas Reales, hasta que en 1982 cambiamos el calor del verano para organizar la
primera invernal Pingüinos durante 34 ediciones consecutivas, que después de
celebrarse en diferentes localidades de la provincia de Valladolid, culminó en
2014 en el pinar de Puente Duero (Valladolid), ya que la edición de 2015 fue
suspendida por problemas de ubicación, para en 2016 iniciar una nueva etapa y
el nuevo proyecto de La Leyenda Continúa en la localidad de Cantalejo
(Segovia), donde hemos encontrado un “nido” que reúne las condiciones
necesarias para un evento de estas características y las instalaciones adecuadas,
así como un gran pinar para la acampada para recibir a los miles de motoristas
que realizan un viaje invernal para reunirse ese fin de semana, compartiendo
sus vivencias y sus viandas alrededor del fuego, como lo han venido haciendo
desde hace muchos años. No faltan en el programa de actividades las rutas
y excursiones a los pueblos amigos de la zona, que cuentan con un importante
interés cultural, gastronómico y paisajístico, así como la Gran Fiesta de Año
Nuevo Motero, el desfile de antorchas homenaje a los motoristas fallecidos, el
Saludo a los Motoristas del Mundo en el castillo de Turégano, las conferencias
de grandes viajeros, los reconocimientos, los conciertos nocturnos, y lo más
importante de todo, la convivencia y la solidaridad, y el buen ambiente
en esta gran fiesta de los verdaderos aficionados.