Al finalizar la Función Principal, nuestro Obispo y
Capellán de Honor, D. Fernando Valera, procedió a la bendición del mural de la
Hermandad.
Nos acompañaban, entre muchos hermanos, los mayordomos, el autor, Carlos Adeva,
Pablo Novo Espiñeira, concejal de Obras, Movilidad, Infraestructuras y
Participación Ciudadana y miembros de la familia Alonso, que donó la Cruz Guía
de la Hermandad, que preside el mural.
El proyecto plasma la
cabecera de la procesión penitencial que cada Viernes de Dolores, nuestra
corporación realiza hasta el atrio de la Santa Iglesia Catedral del Salvador.
El mural forma parte de los proyectos previos a la conmemoración del 50
aniversario de la Constitución Canónica de la Hermandad, que se cumple el
próximo 12 de diciembre y que abrirán un año de jubileo y celebraciones.
En la obra puede verse la
Cruz Guía (segunda que ha tenido la
hermandad), regalada, en 1978, por la familia Alonso Luengo, acompañada por dos
hermanos de farol que hacen la función de ciriales. Se trata de una cruz de
inspiración románica, diseñada por José Alonso Luengo y tallada en madera por Julián
Román Gonzalo "Alito". Pese a su cronología, relativamente reciente,
se trata de una de las piezas más singulares y brillantes de la artesanía
aplicada a la Semana Santa, y que en la procesión del Viernes de Dolores pasa
un tanto desapercibida.
Es el momento de agradecer a
todos los que lo han hecho posible. Al Obispado de Zamora, y a su titular,
nuestro Obispo y Capellán de Honor, D. Fernando Valera Sánchez, por su
complicidad y presencia hoy para su bendición; a la parroquia y a su rector, D.
Pedro Juan Martínez Serrano, por el apoyo e impulso desde el primer momento; a
la Delegación Episcopal de Patrimonio, y a su Delegado, D. Miguel Ángel
Hernández Fuentes, así como a la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de
Zamora, y a su comisionado, D. Sergio Pérez Martín, por autorizar y facilitar
el trabajo; al Ayuntamiento de Zamora, y su concejal de Obras, Movilidad,
Infraestructuras y Participación Ciudadana, D. Pablo Novo Espiñeira, por la
gestión del proyecto y costear de la obra; a D. Pablo Peláez Franco, autor de
la fotografía de la que el mural es una interpretación libre, por su
colaboración; a la familia Alonso que donó esa Cruz, que preside el mural, al
autor D. Carlos Adeva, por su maestría, dedicación y paciencia, y a los vecinos
y feligreses, por las molestias que su ejecución pudo ocasionar.
Rubén Sánchez
Domínguez
Vocal archivero y responsable de las áreas de comunicación y liturgia.