Incumplimiento terapéutico
Las estadísticas señalan que hay muchos enfermos que no
siguen al pie de la letra su tratamiento con medicamentos. Esto resulta más
evidente cuando son pacientes afectados por alguna enfermedad crónica, o en
aquellos que deben tomar varios medicamentos. El incumplimiento terapéutico
supone que el paciente no sigue ni cumple correctamente, bien por abuso o por
omisión, las indicaciones terapéuticas recibidas. Y esto incluye, tanto la medicación,
la dieta, la modificación de hábitos o la asistencia a consulta médica.
Las consecuencias de este incumplimiento son múltiples y
sus repercusiones muy variables: muertes por enfermedades cardiovasculares,
infecciones difíciles de tratar, y aumento de los ingresos hospitalarios, entre
otros. Además se incrementa la realización de pruebas diagnósticas adicionales
y tratamientos alternativos. Y también se produce un innecesario almacenamiento
domiciliario de medicamentos.
La farmacia es el primer peldaño para garantizar el
correcto cumplimiento terapéutico. La clave del papel del farmacéutico para
favorecer este cumplimiento terapéutico descansa en la accesibilidad y
disponibilidad del mismo, ya que la farmacia es el centro sanitario más
inmediato, más cercano, para la mayoría de los pacientes. Además es el
profesional sanitario especialista en medicamentos, motivo por el cual la
sociedad le confía el control de la dispensación.
La facilidad de comunicación entre el farmacéutico y el
paciente en un clima de confianza, pero riguroso, es probablemente una de las
estrategias más importantes para ayudar al cumplimiento farmacológico. Además,
es frecuente que los pacientes acudan habitualmente a la misma oficina de
farmacia lo que ha permitido establecer una relación de confianza y seguridad,
que facilita que el farmacéutico ejerza su papel de asesor en todo lo
relacionado con el medicamento.
En definitiva, la información y el seguimiento por parte
del farmacéutico del tratamiento farmacológico a través de la Atención
Farmacéutica, son imprescindibles para el uso racional del medicamento.
Organismos internacionales como el Consejo de Europa o la Organización Mundial
de la Salud, apuestan por potenciar el papel del farmacéutico en el seguimiento
y control de los tratamientos, en coordinación con los médicos.
Por ello, siga estrechamente las recomendaciones de su médico y de su farmacéutico. La acción conjunta y coordinada de estos dos profesionales sanitarios producirá unos resultados óptimos con el tratamiento. Y no dude en preguntarles cualquier duda que tenga sobre su salud y cómo preservarla o recuperarla.